El BANCO COMÚN DE CONOCIMIENTOS

lunes, 1 de noviembre de 2010

EDUCACIÓN, ENSEÑANZA Y FUTURO

El tema elegido este año por la COCOPE es el de "Educación, enseñanza y futuro". Dado que el claustro de profesores y profesoras es experto en estos temas este documento orientativo va a ser más breve de lo común. Las ideas que aquí se van a expresar serán seguramente compartidas por todos y habrá muchas más que no aparezcan reflejadas y que serán propuestas por los diferentes departamentos y por la comunidad educativa en general.

Me parece un tema muy importante, ya que la educación, por ejemplo, es la base de la convivencia entre las personas. Sin educación la vida y la relación entre los miembros de una comunidad cualquiera es muy difícil. Porque la buena educación, a pesar de las múltiples interpretaciones que el vocablo pueda tener, se basa sobre todo en el respeto hacia el otro. Esta idea debe de ser universal. Si todos nos respetamos sobra todo lo demás. Pero ahí es dónde parece que radica el mayor problema y es en este aspecto en el que todos debemos esforzarnos para poder decir que somos civilizados. Controlar los instintos y dejarse llevar por la razón, por el equilibrio, seguro que conduce a un mundo mejor. Y todos debemos empezar por el contexto más próximo para empezar a ejercer este principio. Lo dejo aquí, porque seguro que hay muchas mejores ideas al respecto.

En lo que se refiere a la enseñanza es otro de los temas que nos concierne directamente. Deberíamos hablar en realidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, porque no hay que olvidar en la diversidad en la que nos movemos. Pero aquí tampoco voy a entrar porque también estoy convencida de que van a surgir ideas importantes que deberían de mejorar nuestra práctica profesional.

Desde hace tiempo se habla de la importancia de "aprender a aprender". Hoy se insiste en este tema, en el desarrollo de competencias, que vale tanto para el profesorado como para el alumnado. En un mundo tan cambiante como el nuestro, las exigencias varían día a día y se nos piden nuevas competencias para adaptarnos a la nueva sociedad.

La introducción que la Ley Orgánica de Educación (LOE) hace en el currículo escolar español del término "competencias básicas" implica una completa reformulación de los métodos de enseñanza. Del "saber" al "saber hacer", de "aprender" a "aprender a aprender". El objetivo es que, una vez cumplida la etapa de escolarización obligatoria, los jóvenes hayan alcanzado una serie de competencias que les permitan incorporarse a la vida adulta y al mercado laboral de manera satisfactoria.

El alumnado debe de aprender a aplicar a la vida cotidiana lo que aprende en la escuela y según la ley si no ha adquirido esta competencia no debería de aprobar por no haber alcanzado los objetivos de la asignatura. Y este principio se debería de aplicar a todas las materias del currículo. Los jóvenes de hoy deben prepararse para una formación a lo largo de toda la vida. para una adaptación constante a nuevos contextos o para el ejercicio de una ciudadanía responsable y una vida profesional diferente a la de sus padres. Lo que sucede es que no hay demasiada información sobre la formación adecuada en un mundo que se tecnifica cada día más y que debe crear nuevas ocupaciones diferentes a las del pasado. La Universidad Pompeu Fabra de Barcelona analiza los posibles yacimientos de trabajo. Aunque todavía no se ofrece una propuesta clara al respecto.

Los estudios del Observatorio de Inserción Laboral de los Jóvenes Bancaja-Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) trata de investigar sobre los problemas que afectan a los jóvenes que han acabado sus estudios: la inserción laboral de los jóvenes, objetivo de debate a nivel europeo, el ajuste de la cualificación de los jóvenes con los puestos de trabajo que ocupan y la flexibilidad laboral.

Según el Observatorio se viene constatando la existencia de sobrecualificación por parte de los jóvenes. Por un lado, se debate cuáles son las características y la calidad de empleo que el tejido productivo español es capaz de ofrecer a los jóvenes y, por otra parte, se analiza cuál es el aprovechamiento y la adecuación de la formación que esos jóvenes han recibido, así como su contribución a su empleabilidad. Vamos, que parece que no hay un ajuste entre estudios y oferta de trabajo. O los estudiantes no han escogido aquellos estudios que les conducían a un puesto de trabajo o los empresarios no se han aggiornado como sería de esperar.

Otro aspecto es lo que se ha venido a denominar flexiguridad. palabra compuesta por dos conceptos por otra parte aparentemente contrapuestos o tal vez mal explicados. La apuesta de la Agenda de Lisboa por mejorar la competitividad europea introdujo en el año 2000 el concepto de flexsecurity. El concepto de flexsecurity busca combinar el incremento de la flexibilidad con una mayor seguridad laboral para el empleado, lo que supone convertir un aspecto considerado como parte importante de los empleos precarios en un activo en la relación empleador-trabajador y en potenciador de la competitividad. NO SE COMPRENDE entonces que si España es uno de los países de la Unión Europea (UE) con las tasas más elevadas de flexibilidad laboral NO SEAMOS LOS MÁS COMPETITIVOS.

En el siguiente párrafo del Observatorio valenciano se puede ver cuántas palabras han empleado para no decir nada: " En este contexto (El español), resulta importante comprender las características de esa flexibilidad en el empleo de los jóvenes, su evolución, los antecedentes significativos que permiten entender esa incidencia y su evolución. Cobra especial interés conocer las preferencias de los jóvenes por diferentes aspectos de esa flexibilidad y las consecuencias que esto tiene para los propios jóvenes y para las empresas". No se entiende muy bien qué quieren decir: ¿conocer qué es la flexibilidad y su evolución, las preferencias de los jóvenes y consecuencias para jóvenes y empresas? Parece fácil conocer esto. El País ha estado publicando entrevistas a jóvenes en las que muchos de ellos decían que lo mejor era irse fuera de España para conseguir un buen trabajo. Y parece que la UE está discutiendo la forma de nivelar los salarios mínimos por las enormes disparidades existentes entre Bélgica y Hungría, por ejemplo. Por no halar de España.

Es bueno educarse en competencias. Pero hay que saber cuáles son las que demanda la sociedad para no fabricar generaciones de frustrados. Parece evidente que hay que crear nuevas profesiones, ya que no solo la crisis sino también la tecnología está desplazando a muchos trabajadores de sus antiguos puestos. Investigar en este terreno es hacer un servicio a la sociedad en su conjunto.

Respecto a la enseñanza en el futuro, no vamos a hacer ciencia ficción. Pero si tuviéramos claros los objetivos, si supiéramos lo suficiente de acerca de las nuevas cualificaciones del siglo XXI, deduciríamos pronto qué competencias se requieren. Porque las nuevas tecnologías han dejado ya de serlo. Muchos de nuestros alumnos y alumnas han nacido ya con ellas. Seguro que estamos en la prehistoria de las mismas, pero lo que es necesario, desde mi punto de vista, es clarificar lo más rápidamente posible el nuevo contexto socio-económico para resolver estas cuestiones.

Se pide al profesorado y a la escuela que cambien, que se organicen para el nuevo tipo de educación, que ayuden a sus alumnos y alumnas a adquirir las nuevas competencias , que cambie su forma de enseñar, de evaluar, que organicen mejor las tutorías , las actividades extraescolares y lo mejor....que se esfuercen para dar una enseñanza más personalizado. Creo que el profesorado hace eso y mucho más.

Se habla, por ejemplo, de competencia en comunicación lingüística. Es decir, saber comunicarse como corresponde a la sociedad del siglo XXI, con corrección, y como miembros de la UE, saber hablar al menos una lengua diferente a la materna. Me remito otra vez a las entrevistas de El País. Los jóvenes habían adquirido estas competencias. El resultado era el paro. PRE-PARADOS era el título de este proyecto.

Otras competencias como las matemáticas, la interacción con el mundo físico, la competencia digital, social y ciudadana, cultural y artística, la de aprender a aprender o la autonomía personal, parece que también las habían adquirido. No hay duda que otros habrán fracasado, aunque en muchas ocasiones han conseguido abrirse camino porque poseen otras competencias que no vienen al caso. Muchos de ellos eran Erasmus. Muchos de los que han salido y saldrán de nuestro instituto habrán sido Comenius antes que Erasmus. A estos "títulos" añadirán ahora haber participado en un MAC. Por lo menos si deciden trabajar en otro país de la UE tendrán la competencia lingüística. Pero sin olvidar que el aprendizaje ahora es para toda la vida. Con esto quiero decir que aprender inglés, lingua franca en casi todo el mundo, no es suficiente si uno quiere trabajar en la Volkswagen alemana. Entonces necesariamente deberá aprender alemán. Por si alguien no lo tenía claro, ya lo dijo Angela Merkel. Claro que nosotros no somos turcos, somos miembros de la UE. Pero los rumanos también y han tenido que salir de Italia. Porque lo que hay que aclarar es el tipo de empresa del siglo XXI y las cualificaciones necesarias para integrarse en el mundo laboral. Cuestión aparte es la de aquellos que quieren formarse por el placer de saber aunque luego ejerzan una profesión para la que están sobrecualificados. Pero en los ratos que el trabajo les deje libres podrán dedicarse a lo que constituye su pasión. Esta es una opción nada desdeñable que tiene muchos adeptos. Si no que se lo pregunten a los que se dedican al arte. Aunque "vivir del arte" nunca ha sido bien considerado. Pero deberíamos cambiar el chip en una época de transformación como la que estamos viviendo. A lo mejor es una opción de trabajo interesante cuando las máquinas hagan lo que hasta ahora han hecho los hombres. Y las mujeres, por supuesto.

Pero ya he comentado antes que hablar del futuro tiene el peligro de adentrarse por los caminos de la ciencia-ficción. Aunque según los estudios de la Pompeu Fabra muchos trabajos que hoy conocemos desaparecerán y tal vez los que hoy miramos con desdén son las oportunidades del futuro. Mis alumnos no acaban de entender cómo se gana dinero en Facebook, por ejemplo. Pues bien, el friki de su inventor, Mark Zuckerberg, es hoy uno de los hombres más ricos del mundo con solo 26 años.

Bueno, lo dejo aquí. Creo que este tema va a ser un gran tema que nos puede ayudar a todos a comprender mejor esa "realidad líquida" a la que se refiere Zigmunt Bauman que nos hace perder las perspectivas hacia las que nos movemos.

Pilar Labrandero